sábado, 24 de enero de 2009

Hace siete años

mi abuela tejió este hermoso trajecito para la nieta
que fue nieto, no lo usó en la salida del hospital
porque el rosado me dice de quien no se ensucia
las manos, pero la realidad, es que si hubiera
sido una niña, mi mamá de todas formas
se lo hubiera puesto.

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